Remodelación de Plaza Independencia pretexto para su destrucción y negocio
El Partido Acción Nacional en Hidalgo condena la desaparición del último reducto artístico de Pachuca con la “remodelación” de la Plaza Independencia emprendida por los gobiernos priistas estatal y municipal; para convertir este espacio céntrico en un lugar para la construcción de comercios.
Acción Nacional se opone a esta “remodelación” que concluye en una obra a todas luces incongruente con la vocación y el estilo arquitectónico original; así como el apego afectivo que los pachuqueños le tienen a su jardín público en la Plaza Independencia.
La demagogia que los gobiernos priistas quieren hacerle creer a la opinión pública es que esta obra tan costosa es la panacea para atraer al turismo y el fortalecimiento económico del centro histórico de Pachuca con la apertura de un centro cultural que como toda obra de la actual administración municipal se advierte que va a terminar dándose en concesión privada.
La Plaza Independencia, antes Plaza de las Diligencias, es uno de los principales espacios públicos de Pachuca; siendo afectada con varias remodelaciones emprendidas por gobiernos priistas a lo largo del siglo XX que se encargaron de derribar por completo la plaza para abrir un estacionamiento subterráneo y cubrirlo con una plancha de concreto.
En 1991 el ex alcalde priista Mario Viornery con tal de legitimar su dudosa llegada al ayuntamiento de Pachuca emprendió obras de restauración de la mejor época de Plaza Independencia reconstruyendo las bancas, jardineras y equipo de alumbrado con cantera, mismo material de la pérgola que en otros tiempos se conoció como “Abundio Martínez”.
Solamente en el trienio del ex alcalde panista José Antonio Tellería (qpd) se le dio mantenimiento al interior de la torre del Reloj así como al mantenimiento de la plaza que en lo posterior nunca fue atendido.
El origen de Plaza Independencia se remonta a diversos usos pero ocupa su vocación como plaza de las diligencias del siglo XIX y posteriormente en un referente de la vida cotidiana de muchas generaciones de pachuqueños, pues además en 1910 se construye el Reloj Monumental, una torre de 40 metros de altura, a fin de conmemorar el Centenario de la Independencia de México; lo que consolida su importancia como principal centro de convivencia y signo emblemático de esta ciudad.
La torre es de gran estética arquitectónica neoclásica propia del porfiriato flanqueada por un jardín que competía con las mejores plazas de armas de la República Mexicana y de algunas ciudades del mundo.
El estilo porfiriano era mobiliario que consistía en farolas en apulco así como bancas de hierro colado en sus orígenes y posteriormente fueron cambiadas por bancas y luminarias de cantera de Tezoantla con estilo neoclásico y art deco; de lo cual ya no queda ni el más mínimo vestigio.
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