Desaparición de jóvenes en Oaxaca: Un llamado urgente a la acción.


Oaxaca// Desde el 7 de enero de 2025, catorce jóvenes originarios de la capital de Oaxaca y de comunidades vecinas han desaparecido tras emprender un viaje hacia Puerto Escondido. Este grupo, que se dirigía a disfrutar de unas vacaciones en la costa oaxaqueña, abordó varias camionetas con la esperanza de pasar un buen rato entre amigos. Sin embargo, su paradero es desconocido, y sus familiares han comenzado a alzar la voz en redes sociales, pidiendo ayuda y alertando sobre esta alarmante situación.

Según los testimonios de los familiares, la última comunicación con los jóvenes ocurrió cuando se encontraban llegando a la comunidad de Río Grande. Entre los desaparecidos se encuentran diferentes edades, desde los 18 hasta los 44 años, destacándose nombres como Julio Alberto Quiroz González, Yair Morales Matías y Luis Alberto Contreras Zúñiga, quien era el conductor de una de las camionetas de marca Hyundai, modelo Creta 2024, sin placas de circulación.

La desesperación de los familiares ha sido exacerbada por intentos de extorsión por parte de individuos que, aprovechándose de la angustia y la incertidumbre, han solicitado dinero a cambio de información falsa. Esta penosa situación subraya la vulnerabilidad de las familias en momentos de crisis y la falta de apoyo que experimentan por parte de las autoridades.

A pesar de las denuncias públicas y el ruido generado en redes sociales, la respuesta de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) ha sido limitada. Bernardo Rodríguez Alamilla, titular de la FGEO, declaró que la investigación se había iniciado de oficio, pero reconoció que no se habían recibido denuncias suficientes sobre la desaparición masiva. Solo hay registros de dos casos específicos, lo que genera dudas sobre la magnitud del suceso y la posibilidad de que existan conexiones entre los distintos casos no localizados.

El compromiso de la FGEO para investigar esta situación se mantiene, y sus diferentes áreas especializadas están realizando actos de investigación e inteligencia criminal. No obstante, el tiempo avanza y la angustia de los familiares crece, al no contar con respuestas que garanticen el regreso seguro de sus seres queridos.

Es fundamental que la ciudadanía se sume a este llamado. Los familiares piden apoyo colectivo, ya que la localización de los jóvenes puede depender de la colaboración de todos. “Ellos solo iban a un viaje de amigos, son buenas personas, no se meten con nadie”, enfatiza uno de los allegados, reflejando el dolor que atraviesa a todas las familias involucradas.

La situación actual pone de manifiesto no solo la necesidad de acciones contundentes por parte de las autoridades, sino también de una mayor sensibilización social hacia las múltiples tragedias que desdibujan el tejido social en México. La desaparición de estos jóvenes no es un hecho aislado; es un eco de cientos de historias similares que claman por justicia, verdad y la urgencia de políticas efectivas que garanticen la seguridad y el bienestar de la población.

La comunidad necesita volverse unida y vigilante, y cada voz cuenta para encontrar a quienes han sido privados de su libertad. Se hace un llamado a todos para participar activamente en la búsqueda de información y apoyo a las familias de los desaparecidos, quienes enfrentan una lucha incansable en busca de sus seres queridos.

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